Es un tipo de hepatitis grave y de origen desconocido que se empezó a reportar en el Reino Unido hace tres meses. Los pacientes pueden requerir trasplante.

En los últimos meses se han reportado casos de hepatitis aguda grave en niños que desconcertaron a médicos y científicos de todo el mundo. Esto se debe a que, según informes de la OMS, los estudios de laboratorio determinaron que no se trata de ninguna hepatitis viral conocida. La mayor incógnita reside, entonces, en determinar en el origen de esta enfermedad, que no se parece en nada a un brote común de hepatitis.

¿Qué es lo que se sabe?

La hepatitis aguda es un cuadro que se presenta cuando se inflama el hígado rápidamente, y puede ser de origen infeccioso (normalmente viral), tóxico o autoinmune. Los casos actuales, según indican las pruebas de laboratorio, no se relacionan con ninguna hepatitis viral conocida.

Los primeros eventos fueron reportados en el Reino Unido, y poco tiempo después comenzaron a informarse en otros países de Europa, así como en Asia y América. Argentina reportó más de diez casos, entre los cuales se encuentra un niño que requirió trasplante hepático.

La particularidad de este tipo de hepatitis es que se agrava rápidamente, a pesar de que los pacientes presentaban buen estado de salud previamente a contraer la enfermedad.

¿Qué es lo que se sospecha?

Las primeras hipótesis apuntaban a la presencia de algún tipo de adenovirus de alta circulación. Los adenovirus son una familia de virus que normalmente provocan cuadros respiratorios o gastrointestinales leves. Se han registrado casos de hepatitis como consecuencia de algún adenovirus, pero siempre en pacientes inmunocomprometidos. En el caso que nos convoca ahora, los pacientes estaban sanos previamente a la aparición de este tipo de hepatitis, con lo cual es más difícil de establecer la relación.

Por otra parte, la OMS consideró la posibilidad de que esta nueva manifestación estuviera relacionada con las vacunas contra el covid-19, pero los estudios comprobaron que una amplia mayoría de pacientes con este tipo de hepatitis no fueron inoculados con dicha vacuna.

Hoy en día se maneja una nueva hipótesis, que habla de la suma de coronavirus más adenovirus como causantes de esta enfermedad. Si bien los niños no han presentado mayoritariamente complicaciones ligadas al covid-19, al parecer esta enfermedad ha quedado latente en los niños reportados, ya que se encontró un reservorio del virus en su sistema digestivo. Se sospecha que, cuando ese reservorio entra en contacto con otros patógenos, como puede ser un adenovirus, provocan una activación inmunitaria que lleva a la hepatitis aguda grave.

¿Qué hacemos para cuidar a nuestros niños?

Los recaudos para mitigar la aparición de esta enfermedad son los mismos que para cualquier virus: es importante mantener la higiene personal y de los espacios. Ventilar, lavarnos las manos con agua y jabón, mantener limpias las superficies, y reforzar el uso de barbijo pueden ayudar a evitar el contagio de enfermedades como el covid-19 o los adenovirus.

También es importante estar atentos a los síntomas: ante la aparición de fiebre, diarrea, dolor muscular e ictericia (coloración amarilla en la piel o el blanco de los ojos) en menores de 16 años, hay que visitar al médico rápidamente para determinar el camino a seguir.