El ingreso escolar requiere de algunos controles médicos como los controles de vista y oído. Te contamos su importancia.

Cuando los niños ingresan al colegio, uno de los requisitos es presentar un control oftalmológico y uno auditivo. ¿Por qué nos piden esto? Este chequeo es fundamental para detectar a tiempo afecciones que puedan aquejar al niño e interferir en los aprendizajes.

 

Visitá al oftalmólogo

En la edad escolar es muy importante visitar al oftalmólogo al menos una vez al año. Este control de rutina permite detectar afecciones en la vista que pongan el riesgo el aprendizaje y generen malestar en los niños.

Las afecciones más comunes comprenden los defectos de la refracción, entre los que se incluyen la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo; la ambliopía, también conocida como ojo vago; y el estrabismo y la discromatopsia, que implica alteraciones en la visión del color. Cualquiera de estas afecciones no detectadas a tiempo pueden provocar malestar, dolor de cabeza, dificultad para realizar las tareas, entre otras cosas.

Pero además, descartar cualquiera de estas alteraciones puede ayudar a detectar otro tipo de problemáticas. Por ejemplo, en niños con alteraciones en la lectura, una de las primeras medidas a tomar es descartar problemas en la visión para poder realizar un diagnóstico apropiado.

 

Visitá al otorrino

También es importante realizarle al niño en edad escolar al menos un control de la audición. Los niños pueden presentar alteraciones en la audición muy variadas, y es importante detectarlas a tiempo.

La pérdida de la audición puede deberse a factores propios del conducto auditivo. Entre las más comunes, se encuentran la acumulación de líquido detrás del tímpano, producto de infecciones de oído a repetición; la acumulación de cera; problemas en el tímpano; y crecimientos anormales dentro del oído.

Pero también, en alguno casos, puede presentarse la pérdida de la audición neurosensorial, que está relacionada con problemas en el oído interno o con daños en las células auditivas o en los nervios que están en el interior del oído. Estos daños pueden producirse por distintas causas, como exposición a ruidos muy fuertes,  infecciones de la madre durante el embarazo o algunas infecciones en el niño.

En cualquier caso, existen estudios específicos para detectar este tipo de alteraciones. Y, al igual que sucede con la visión, descartar afecciones en la audición puede ayudar a identificaciones algunas alteraciones en el aprendizaje.

Por todos estos motivos, es muy importante realizar los estudios médicos a los niños en edad escolar. ¿Todavía no los hiciste? ¡No te preocupes! Buscá en nuestra cartilla el profesional adecuado, ¡y pedí un turno!