Cada 14 de junio se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre.

Esta fecha está dedicada a reconocer la invaluable contribución de millones de personas que, de manera desinteresada, donan su sangre para salvar vidas. Pero además, esta jornada nos invita a reflexionar sobre la vital importancia de la donación de sangre y a considerar unirnos a esta causa. En Argentina y en el mundo, la necesidad de sangre es constante y apremiante, ya que no existe un sustituto artificial para este tejido vital.

La sangre y sus componentes (glóbulos rojos, plasma, plaquetas) son indispensables en una amplia variedad de situaciones médicas. Por empezar, para pacientes que han sufrido accidentes o traumatismos graves, donde la pérdida masiva de sangre es una amenaza inmediata para la vida. También son cruciales en cirugías complejas, tanto programadas como de emergencia, donde se anticipa o se presenta una pérdida significativa de sangre.

Más allá de las emergencias, la donación de sangre es un pilar fundamental en el tratamiento de diversas enfermedades crónicas y graves. Los pacientes con cáncer, especialmente aquellos sometidos a quimioterapia o radioterapia, a menudo requieren transfusiones de sangre y plaquetas debido a la supresión de la médula ósea. Las personas con enfermedades de la sangre como la talasemia o la anemia falciforme dependen de transfusiones regulares a lo largo de su vida. Las mujeres con complicaciones durante el parto, los recién nacidos con ciertas condiciones y los pacientes con quemaduras extensas también son receptores frecuentes de donaciones de sangre.

Donar sangre es un acto seguro, sencillo y rápido. Los requisitos básicos para ser donante incluyen tener entre 18 y 65 años (con algunas excepciones), pesar más de 50 kilos y gozar de buena salud general. Antes de la donación, se realiza un breve chequeo médico para asegurar que el proceso sea seguro tanto para el donante como para el receptor. El proceso de extracción dura apenas unos minutos y es realizado por personal capacitado en un ambiente estéril. Luego de la donación, se recomienda un breve descanso y una buena hidratación para recuperarse.

Una sola donación de sangre puede salvar hasta tres vidas. Este 14 de junio, y todos los días del año, te invitamos a considerar ser un donante de sangre habitual. Los bancos de sangre necesitan un suministro constante para poder atender las demandas diarias. Consultá con tu centro de salud local, hospital o banco de sangre más cercano para conocer los requisitos específicos y cómo podés sumarte a esta cadena de vida. Donar sangre es un acto de solidaridad que nos une como comunidad y nos recuerda el poder de la generosidad humana.