
Incorporar la actividad física de manera regular en tu rutina diaria es una inversión valiosa para tu salud.
Los beneficios de la actividad física impactan positivamente en tu cuerpo y en tu bienestar mental y emocional. El ejercicio sistemático fortalece tu sistema cardiovascular, mejorando la circulación y reduciendo el riesgo de enfermedades cardíacas. Además, tiene un efecto directo en tu estado de ánimo, ya que ayuda a liberar endorfinas, que son las encargadas de regular los estados de ánimo y el estrés. La actividad física también genera un aumento considerable en los niveles de energía y en la calidad de tu sueño. Incluso pequeños cambios y el inicio progresivo pueden generar grandes beneficios acumulados con el tiempo.
¿Cómo empiezo?
Fijarse un objetivo que implique un compromiso físico importante, como prepararse para un evento que demande resistencia y dedicación, es una gran estrategia para mantener la motivación elevada. Este tipo de meta no solo te impulsa a salir de la zona de confort, sino que también te obliga a estructurar tus entrenamientos de manera más disciplinada y a enfocarte en la progresión constante de tus capacidades.
Por este motivo, entrenar para correr una maratón es siempre una buena idea. Las opciones son variadas; no es necesario fijarse una meta de 21 km la primera vez. Pero paso a paso, primero caminando, luego trotando, se pueden fijar metas realistas que te lleven a superarte en cada entrenamiento. Y la satisfacción de superar tus propios límites y de ver cómo tu cuerpo se adapta y mejora día a día es la mejor recompensa.
Más allá del entrenamiento específico, este tipo de compromiso con tu cuerpo te invita a adoptar una serie de hábitos saludables de forma integral y consciente. Una nutrición equilibrada y adecuada a las demandas energéticas de tu actividad se vuelve esencial, al igual que un descanso reparador y una hidratación constante y suficiente. Estos tres pilares (entrenamiento, nutrición y descanso) trabajan en conjunto para optimizar tu rendimiento y tu salud. Por eso hoy, desde ASI Salud, te proponemos: empezá a entrenar.
¡Quién sabe hasta dónde podés llegar!