
La práctica física regular mejora el ánimo, reduce el estrés y potencia la salud mental y emocional.
En los últimos años, la salud mental se ha convertido en un tema central en la vida de las personas y en la agenda de las organizaciones de salud. El estrés cotidiano, las múltiples demandas laborales y los cambios de hábitos han hecho evidente la necesidad de encontrar estrategias que promuevan el bienestar integral. Una de las más efectivas y accesibles es la práctica regular de actividad física.
Mover el cuerpo no solo fortalece músculos, huesos y articulaciones: también genera efectos positivos en la mente. Cuando realizamos ejercicio, el organismo libera endorfinas, neurotransmisores conocidos como “hormonas de la felicidad”, que producen una sensación de bienestar y ayudan a reducir la ansiedad. Al mismo tiempo, el ejercicio favorece un descanso más profundo, regula el estado de ánimo y potencia la concentración.
Pero los beneficios van más allá de la química cerebral. La actividad física, cuando se practica con regularidad, impulsa la construcción de hábitos saludables que fortalecen la confianza y la autoestima. Establecer una rutina de entrenamiento, superar pequeños desafíos y cumplir objetivos personales se traduce en mayor motivación y resiliencia. Además, al participar en actividades grupales, se suma un componente social que contribuye a combatir el aislamiento y a generar vínculos positivos.
Eventos deportivos como ASI RUN son un claro ejemplo de esta conexión entre cuerpo y mente. Para algunos, se trata de alcanzar un nuevo récord personal; para otros, simplemente de animarse a recorrer una distancia y compartir la experiencia con amigos o compañeros de trabajo. En cualquier caso, el impacto trasciende lo físico: se convierte en una oportunidad para celebrar la vida activa, fortalecer la salud mental y conectarse con una comunidad que comparte los mismos valores.
Cuidar la mente implica también moverse, disfrutar y dedicar tiempo a uno mismo. No es necesario ser un atleta profesional para experimentar estos beneficios: caminar, correr, andar en bicicleta o sumarse a una clase de baile pueden ser grandes aliados. Lo importante es dar el primer paso y sostener la práctica en el tiempo.
En definitiva, el ejercicio es mucho más que un entrenamiento: es una inversión en bienestar integral. Por eso, este septiembre te invitamos a sumarte a ASI RUN y vivir la experiencia de moverte por tu salud, tu cuerpo y tu mente.