En las últimas semanas, se ha registrado un aumento de casos de sarampión en algunas regiones de Argentina.

El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que puede causar complicaciones serias, especialmente en niños pequeños, personas inmunocomprometidas y mujeres embarazadas.

Sus síntomas iniciales suelen parecerse a un resfrío fuerte: fiebre alta, tos, mocos y conjuntivitis (ojos llorosos y rojos). Luego, aparece una erupción característica en la piel, que comienza en la cara y se extiende al resto del cuerpo.

 

La vacunación, la clave para frenar el brote

La buena noticia es que el sarampión es una enfermedad prevenible a través de la vacunación. En Argentina, el Calendario Nacional de Vacunación incluye dos dosis de la vacuna contra el sarampión, paperas y rubéola (triple viral), al año de vida y en el ingreso escolar (a los 5 años).

Sin embargo, dado el brote que se ha registrado en algunas zonas de nuestro país, el Ministerio de Salud de la Nación indicó refuerzos al calendario de vacunación:

  • Los niños de 6 a 11 meses de edad deben recibir una dosis de vacuna doble viral (dosis cero).
  • Los niños que tengan 12 meses de edad deben recibir la vacuna triple viral (TV) correspondiente al Calendario Nacional de Vacunación y, al mes siguiente, recibir la dosis de la campaña de control de brote.
  • Los niños que tengan entre 13 meses y 4 años 11 meses deben recibir una dosis de vacuna doble viral (dosis adicional).
  • Los niños que tengan 5 años (nacidos en el 2020) deben recibir la vacuna triple viral (TV) correspondiente al CNV.

 

¿Qué hacer ante un caso sospechoso?

Si vos o alguien de tu familia presenta síntomas compatibles con el sarampión, es fundamental que no te automediques. Consultá inmediatamente a un médico en un centro de salud y evitá el contacto con otras personas para prevenir la propagación del virus.

La vacunación es un acto de responsabilidad individual y colectiva. ¡No dejemos que el sarampión avance!