La actividad física potencia la salud pulmonar, aumenta la resistencia y favorece la oxigenación del cuerpo.

La respiración es el motor silencioso que acompaña cada momento de nuestra vida. Sin embargo, muchas veces no somos conscientes de la importancia de cuidar la salud pulmonar hasta que se ve afectada. La buena noticia es que la actividad física regular se presenta como una herramienta poderosa para fortalecer el sistema respiratorio y mejorar su rendimiento.

Al ejercitarnos, nuestros pulmones trabajan con mayor intensidad para aportar oxígeno a la sangre y eliminar el dióxido de carbono. Esta demanda extra los entrena y mejora su capacidad funcional. Con el tiempo, la práctica constante aumenta la eficiencia de los músculos respiratorios, favorece la oxigenación de los tejidos y contribuye a una mayor resistencia física.

El ejercicio también ayuda a mantener las vías respiratorias despejadas, lo que reduce el riesgo de infecciones y enfermedades crónicas. Incluso en personas con afecciones respiratorias leves, la práctica supervisada de actividad física puede mejorar significativamente la calidad de vida, siempre bajo control médico. Además, al combinar movimiento con respiración consciente, se reduce la sensación de fatiga y se genera una mayor conexión entre cuerpo y mente.

En esta época del año, con la suba progresiva de las temperaturas y los días que comienzan a alargarse, es más fácil realizar una actividad aeróbica al aire libre. Y correr o caminar son excelentes opciones porque son actividades que pueden realizarse según las demandas que cada persona. No es necesario ser un atleta profesional para lograr mejoras. Lo importante es incorporar el movimiento como parte de la rutina diaria y sostenerlo en el tiempo.

En definitiva, cuidar los pulmones es apostar por una vida con más vitalidad y bienestar. Este septiembre, ASI RUN será una oportunidad ideal para respirar a pleno, fortalecer la salud respiratoria y disfrutar del aire libre en movimiento.